Claudio Leiva Cortés
“Hay que juzgar bien eso, pero sin duda alguna el mismo Presidente ha anunciado el 21 de mayo que es necesario cambiar, innovar en relación a la Ley Antiterrorista”, señaló el arzobispo de Santiago. Este martes, comuneros condenados cumplen 85 días en huelga de hambre.
Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, se abrió a la posibilidad de pedir un indulto presidencial para los mapuches en huelga de hambre.
Esteban Garay
Esteban Garay
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se abrió a la posibilidad de solicitar un indulto presidencial para los cuatro comuneros mapuches condenados, como una forma de terminar con la huelga de hambre que este martes cumplirá 85 días.
“Hay que juzgar bien eso, pero sin duda alguna el mismo Presidente ha anunciado el 21 de mayo que es necesario cambiar, innovar en relación a la Ley Antiterrorista. Por ahí yo creo que hay caminos para situaciones similares en el futuro”, señaló Ezzati.
El viernes pasado, día en que la Corte Suprema redujo las penas contra los cuatro condenados, Ezzati se mantuvo en contacto con los familiares de los huelguistas, el gobierno, instituciones civiles y de Derechos Humanos, “para buscar un camino que ayude a superar esta situación”.
Consultado por los acuerdos alcanzados el año pasado, tras la primera huelga de hambre de los presos mapuches, Ezzati respondió que “en general han sido cumplidos con buena disposición y esto ha sido reconocido por la misma vocera (Natividad Llanquileo) y por los familiares”.
En todo caso, Ezzati –también presidente de la Conferencia Episcopal de Chile- reconoció que “sin duda alguna hay un tema que para los mapuches es esencial y que sienten que no se ha cumplido, el de haber sido juzgados por la ley civil y no por Ley Antiterrorista.
Añadió que “la última determinación de la Corte Suprema ya no tiene mayores espacios, tenemos que buscar otros caminos. Vamos a apoyar lo que es bueno para ellos y para el país, pero estamos buscando el mejor camino para asegurar el derecho a la vida”.
Consultado si está dispuesto a mediar por segunda vez en el conflicto, Ezzati contestó que “una solución más rápida no depende de mí, sino que del Estado, y naturalmente haremos las sugerencias que nos parezcan oportunas, junto con instituciones de derechos humanos”.
Este martes, los condenados Héctor Llaitul Carrillanca, Ramón Llanquileo Pilquiman, José Huenuche Reiman y Jonathan Huillical Méndez cumplirán 85 días sin consumir alimentos, en rechazo al juicio de Cañete, donde se usaron testigos protegidos en su contra, tal como lo permite la Ley Antiterrorista.
En el recinto asistencial informaron que los cuatro se encuentran fuera de peligro de muerte, pero con desnutrición severa.
El año pasado, 34 presos mapuches completaron 82 días de ayuno, hasta que la mediación de monseñor Ezzati logró una solución. El gobierno se desistió de las querellas en que invocaba la Ley Antiterrorista, pero el Ministerio Público insistió en aplicar esa norma.
El viernes, la Corte Suprema rebajó las sentencias de los cuatro mapuches. Llaitul recibió un total de 14 años de cárcel, mientras que los otros tres fueron condenados a 8 años de presidio cada uno. Las condenas iniciales eran de 25 años para Llaitul y de 20 para el resto.
La Nación
“Hay que juzgar bien eso, pero sin duda alguna el mismo Presidente ha anunciado el 21 de mayo que es necesario cambiar, innovar en relación a la Ley Antiterrorista. Por ahí yo creo que hay caminos para situaciones similares en el futuro”, señaló Ezzati.
El viernes pasado, día en que la Corte Suprema redujo las penas contra los cuatro condenados, Ezzati se mantuvo en contacto con los familiares de los huelguistas, el gobierno, instituciones civiles y de Derechos Humanos, “para buscar un camino que ayude a superar esta situación”.
Consultado por los acuerdos alcanzados el año pasado, tras la primera huelga de hambre de los presos mapuches, Ezzati respondió que “en general han sido cumplidos con buena disposición y esto ha sido reconocido por la misma vocera (Natividad Llanquileo) y por los familiares”.
En todo caso, Ezzati –también presidente de la Conferencia Episcopal de Chile- reconoció que “sin duda alguna hay un tema que para los mapuches es esencial y que sienten que no se ha cumplido, el de haber sido juzgados por la ley civil y no por Ley Antiterrorista.
CORTE INTERAMERICANA DE DDHH
Acerca de los caminos a seguir en este caso, Ezzati recordó que “los familiares de los mapuches quieren recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero eso demoraría, de acuerdo a los expertos, unos tres años. Imagino que ellos esperan una solución mucho más rápida”.Añadió que “la última determinación de la Corte Suprema ya no tiene mayores espacios, tenemos que buscar otros caminos. Vamos a apoyar lo que es bueno para ellos y para el país, pero estamos buscando el mejor camino para asegurar el derecho a la vida”.
Consultado si está dispuesto a mediar por segunda vez en el conflicto, Ezzati contestó que “una solución más rápida no depende de mí, sino que del Estado, y naturalmente haremos las sugerencias que nos parezcan oportunas, junto con instituciones de derechos humanos”.
CAMPAMENTO FUERA DE HOSPITAL
En Victoria, en tanto, los familiares de los cuatro comuneros condenados se instalaron en carpas en el exterior del hospital e informaron que se sumaron a la huelga de hambre.Este martes, los condenados Héctor Llaitul Carrillanca, Ramón Llanquileo Pilquiman, José Huenuche Reiman y Jonathan Huillical Méndez cumplirán 85 días sin consumir alimentos, en rechazo al juicio de Cañete, donde se usaron testigos protegidos en su contra, tal como lo permite la Ley Antiterrorista.
En el recinto asistencial informaron que los cuatro se encuentran fuera de peligro de muerte, pero con desnutrición severa.
El año pasado, 34 presos mapuches completaron 82 días de ayuno, hasta que la mediación de monseñor Ezzati logró una solución. El gobierno se desistió de las querellas en que invocaba la Ley Antiterrorista, pero el Ministerio Público insistió en aplicar esa norma.
El viernes, la Corte Suprema rebajó las sentencias de los cuatro mapuches. Llaitul recibió un total de 14 años de cárcel, mientras que los otros tres fueron condenados a 8 años de presidio cada uno. Las condenas iniciales eran de 25 años para Llaitul y de 20 para el resto.
La Nación
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