
En 2008, a poco de asumir su cargo, el ex ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma solicitó apoyo de inteligencia a EE.UU para hacer frente a las movilizaciones del pueblo mapuche. Vocero de Alianza Territorial Mapuche declaró no estar sorprendido con las revelaciones de Wikileaks. En tanto, senador Alberto Espina rechazó el actuar de la Concertación en la materia.
POR AZKINTUWE - TEMUKO, WALLMAPU - 14 / 12 / 10
Reacciones desde el mundo político provocaron los cables filtrados por WikiLeaks a través del diario El País de España, donde se asegura que Chile solicitó apoyo de inteligencia a Estados Unidos para hacer frente a las movilizaciones del pueblo mapuche. Según los documentos, los objetivos que llevaron a la anterior administración a recurrir al organismo estadounidense, eran vigilar una posible radicalización de los comuneros, establecer sus contactos con grupos extremistas extranjeros como las FARC y ETA y conocer sus vías de financiamiento.
         En Temuko, la Alianza Territorial    Mapuche aseguró hoy no estar sorprendida por las nuevas revelaciones de    los cables diplomáticos. Mijael Carbone Queipul (en la Foto), uno de los    líderes de la organización que es integrada por cerca de 100    comunidades, señaló que las filtraciones sólo confirman sus antiguas    sospechas de que el pueblo mapuche era espiado por agencias de    inteligencia estatales y extranjeras.
  
  "Nosotros teníamos conocimiento del trabajo del FBI con los fiscales    Mario Elgueta y Miguel Velásquez (ambos investigaron a comuneros en    Wallmapu)", dijo el vocero. "Teníamos nuestras informaciones. Nosotros    lo dimos a conocer en su momento, pero nadie dijo absolutamente nada. El    gobierno lo ocultó. Nosotros sabemos que hay un satélite espiando al    pueblo mapuche. Sabemos que es de los Estados Unidos y eso no nos lo va    a sacar absolutamente nadie de la cabeza", agregó.
  
  Según los documentos filtrados, el primer contacto con EE.UU. fue    realizado en febrero de 2008 por el entonces ministro del Interior,    Edmundo Pérez Yoma, en momentos en que el conflicto en el País Mapuche    parecía recrudecer y se sucedían los disturbios protagonizados por las    comunidades más radicalizadas. Un mes después, la autoridad    estadounidense le señaló a Pérez Yoma que el FBI ya estaba coordinado    con los Carabineros para ayudarles a localizar la llegada de posibles    contactos de los mapuches desde el exterior.
  
  Ante ello, el ministro instó al ex embajador Paul Simons a que en lo    posible, se informara a su cartera sobre la naturaleza y alcance de los    programas ofrecidos a Carabineros y la PDI para garantizar una "mejor    coordinación". Tras la cita de Pérez Yoma con Simons se sucedieron una    serie de visitas de diplomáticos norteamericanos a la zona mapuche. Pero    sus conclusiones -de acuerdo a los cables liberados- desestimaron los    temores instalados en La Moneda,    descartando de plano la existencia de "terrorismo mapuche" en el sur del    país.
  
  Al respecto, Carbone sostuvo que "más que una decepción del Estado    chileno" por su desconfianza hacia el pueblo mapuche, se "abre un pie    para enfrentar el tipo de mentira que imparte el gobierno", ya que "nos    da mucho coraje que se mantenga oculta durante tanto tiempo una guerra    de baja intensidad hacia nosotros". "No somos un peligro para la    sociedad, buscamos una aleación con el pueblo chileno, no buscamos dañar    a ninguna persona civil", señaló Carbone, agregando que "el gobierno (de    Bachelet) quiso interpretar las movilizaciones del pueblo mapuche como    terrorismo para proteger los intereses de las trasnacionales y los    terratenientes".
  
  Finalmente, el vocero advirtió que la agrupación plantea retomar con más    intensidad las movilizaciones que ya habían intensificado en los últimos    meses del Gobierno de Bachelet. "Estos 4 años van a ser los más    complicados que nos tocará haber vivido en el último tiempo", enfatizó.
Contradicciones de unos y otros
         Para el senador RN Alberto Espina,    uno de los principales artífices de la persecución de comuneros bajo la    calificación de "terroristas", la petición del entonces ministro del    Interior Edmundo Pérez Yoma, “no corresponde” ya que “Chile tiene los    mecanismos para determinar un vínculo de esa naturaleza".   En cambio, el ex ministro José Antonio Viera Gallo señaló que las    revelaciones de WikiLeaks en este caso no tienen “ninguna importancia”,    pero dejan en claro que “no existen vínculos entre el terrorismo    internacional y el pueblo mapuche”.
  
  El senador Espina avaló la critica de Simons a la política indígena    chilena, señalando que “es un juicio    político que se emite y que representa lo poco y nada que se hizo en el    gobierno anterior respecto a las comunidades mapuches”. “Las políticas    de la Concertación en esta materia fueron lamentablemente muy    negativas", prosiguió el parlamentario en entrevista con Radio    Agricultura, puntualizando que dicha política de los gobiernos    anteriores se ha reflejado “en el largo distanciamiento que la Araucanía    ha tenido en las elecciones presidenciales con los gobiernos de la    Concertación”.
Por su parte, como “curiosa” consideró el diputado socialista Sergio Aguiló la información de la diplomacia estadounidense desclasificada por Wikileaks. En declaraciones que fueron publicadas esta tarde por el vespertino La Segunda, el parlamentario opositor consideró particularmente llamativo que las autoridades de la época hayan recurrido precisamente a los aparatos de seguridad de Estados Unidos, los mismos que propiciaron el golpe militar del 11 de septiembre de 1973.
“Es un tema bien curioso que un gobierno de centro-izquierda pida ayuda a los organismos que participaron en derrocar al gobierno de Salvador Allende”, dijo el parlamentario, a quien también llamó la atención el hecho que los cables responsabilicen a los grandes medios de comunicación nacionales de “crear un clima de violencia que realmente no existía en la zona mapuche”.
El diputado PPD y ex subsecretario del Interior, Felipe Harboe, subrayó que los cables revelados por Wikileaks confirman la tesis que manejaba el gobierno de Michelle Bachelet. “El embajador (Paul Simons) critica el manejo del tema y los vínculos operativos entre comunidades mapuches y grupos terroristas. Esto confirma lo que dijimos, a propósito de un viaje de Sebastián Piñera con el actual senador (Alberto) Espina, donde mostraron un dossier con supuestos vínculos operativos y nada de ello era comprobable”, dijo en Radio Agricultura.
“Creo que la información que ha sido publicada revela que estábamos en lo correcto y que en aquella oportunidad no había indicios de algún tipo de vinculación de esa naturaleza para resguardar la seguridad del país”, agregó. En esa línea, el diputado Harboe aseguró que “parece increíble que el senador Espina diga que es ridículo una vinculación entre las comunidades mapuches y las FARC cosa que fue él mismo quien lo sustento durante mucho tiempo. Es cosa de revisar las declaraciones y prensa de aquella época”.
“Aquí se habló abiertamente por parte de un grupo político de este país de que la comunidad mapuche tenía vínculos operativos con las FARC, eso fue lo que dijeron… hoy se establece una opinión respecto de una embajada importante para nuestro país que dice que no habría este tipo de vínculos”, indicó el parlamentario. “Quienes están en el gobierno se dan cuenta de lo difícil que es gestionar los temas de seguridad con la debida prudencia y con la información adecuada, para no cometer errores. Cuando se llegó a plantear así dije que no era prudente”, concluyó.
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