jueves, 16 de diciembre de 2010

Justicia Militar absuelve a Héctor Llaitul y otros 4 comuneros mapuche

Publicado por Camila Álvarez
Jueves 16 diciembre 2010 | 18:52

La justicia militar absolvió de los cargos por maltrato de obra a Carabineros y daño de obra fiscal, a 5 comuneros mapuche, incluido Héctor Llaitul Carrillanca, por los hechos registrados en Tirúa cuando comitiva del fiscal Mario Elgueta sufrió un ataque.

kilapan.entodaspartes.net
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La información exclusiva de La Radio fue confirmada por el Juzgado Militar de Valdivia, que ha notificado este fallo tanto a los imputados como a sus abogados.
Los familiares confirman que los presos, quienes están en un juicio civil en la provincia de Arauco, recibieron en la cárcel de Lebu la notificación de un fallo absolutorio, que iría en consulta a la Corte Marcial.
Esto generaría un enorme precedente de lo que está sucediendo en el juicio civil en la provincia de Arauco. 
Radio Bío Bío

Huilcamán y Wikileaks: "Bachelet tiene que dar explicaciones al país"



Huilcamán sostuvo que los cables de la embajada de Estados Unidos dejan en evidencia una serie de errores que cometió la Concertación en el manejo del conflicto. Además, puntualizó que se confirma que la comunidad mundial no cree que el pueblo mapuche cometa actos terroristas ni que este infiltrado por extranjeros.

POR AZKINTUWE - TEMUKO, WALLMAPU - 15 / 12 / 10

Luego que se dieran a conocer nuevos cables filtrados por Wikileaks, con información de la embajada de Estados Unidos en Chile, en la que se cuestiona la labor de la Concertación y la Alianza frente al tema mapuche, y donde incluso se informa que el anterior gobierno pidió ayuda al FBI por el conflicto, el werkén del Consejo de Todas las Tierras, Aucan Huilcamán, sostuvo que la ex Presidenta Michelle Bachelet tiene que dar una explicación al país porque puso en riesgo la seguridad y soberanía del país.

“La Concertación, particularmente el gobierno y la señora Bachelet cometieron un gran error y creo que el país merece una explicación porque al recurrir al FBI, no tan sólo está demostrando incapacidad política para resolver los problemas internos del país, sino que también está poniendo en riesgo al país, su seguridad y soberanía”, señaló el representante mapuche.

Asimismo, Huilcamán sostuvo que los cables de la embajada de Estados Unidos dejan en evidencia una serie de errores que cometió la Concertación en el manejo del conflicto. Además, puntualizó que se confirma que la comunidad mundial no cree que el pueblo mapuche cometa actos terroristas ni que este infiltrado por extranjeros.

“Vínculos supuestamente terroristas queda demostrado que no hay, y esto es totalmente coincidente con la opinión que tienen los órganos internacionales de Derechos Humanos. La comunidad internacional no cree en absoluto que haya terrorismo en el sur… Esto es un gran tapaboca a todos quienes han intentado enlodar o ensuciar la causa indígena vinculándolo a supuestos actos de terrorismo”, recalcó werkén.

Pese a que tanto el ex ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, y el ex titular de la Segepres, José Antonio Viera-Gallo, negaron haber tomado contacto con el embajador de EE.UU. en Chile, para Huilcamán ambos ex secretarios de Estado también deben asumir su responsabilidad por no poder superar el conflicto en el País Mapuche. “Pérez Yoma y Viera-Gallo tienen que darle un respuesta a los pueblos indígenas y al país porque los dos tuvieron una versión y lo que hizo el ministro Viera-Gallo en el sur fue simplemente un show, estaba falseando la realidad aparentado un diálogo que nunca fue sincero”, puntualizó.

Finalmente, el representante mapuche señaló que la Alianza tampoco ha mostrado reales intenciones por superar la problemática mapuche y pronosticó que el actual gobierno no logrará superar el conflicto. “La actual administración de Sebastián Piñera está en la misma lógica, lo que da cuenta que este conflicto indígena se va a prolongar al próximo gobierno. Wikileaks ha puesto de relieve toda la enfermedad que padece Chile en particular con los pueblos indígenas”, sentenció.

Identidad Lafkenche

Por su parte, desde el territorio mapuche de la costa, la organización Identidad Territorial Lafkenche, subrayó que la revelación de que los mapuche no son terroristas “es concordante con los informes que una serie de organismos y personalidades internacionales, como el Relator de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, James Anaya”. A juicio de la organización, “el Estado de chile en su conjunto, en complicidad con todos los partidos políticos y canales de televisión a desoído, tergiversado y manipulado para hacer creer a todo el mundo que estamos a punto de una guerra civil y que la única forma de parar un baño de sangre era la mano dura y la aplicación de leyes de excepción”.

La ITL solicitó al gobierno y a los tribunales que sean “anulados todos los juicios que invoquen causales terrorista o de seguridad interior del estado, en especial aquellos que se basan en testigos extranjeros”. Demanda además que “sean destituidos los fiscales, generales de Carabineros y jefaturas de la PDI que estén vinculados a estos casos y que se encausen a los testigos sin rostro que participan de estos montajes”. De la misma forma, demandan que las autoridades del antiguo gobierno como del actual, incluido el presidente de la República, Sebastián Piñera, “pidan disculpa públicas y que se comprometan a no perseverar en descalificar a los mapuches”.

Cables secretos sobre mapuches en WikiLeaks provocan revuelo político en Chile


En 2008, a poco de asumir su cargo, el ex ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma solicitó apoyo de inteligencia a EE.UU para hacer frente a las movilizaciones del pueblo mapuche. Vocero de Alianza Territorial Mapuche declaró no estar sorprendido con las revelaciones de Wikileaks. En tanto, senador Alberto Espina rechazó el actuar de la Concertación en la materia.

POR AZKINTUWE
- TEMUKO, WALLMAPU - 14 / 12 / 10


Reacciones desde el mundo político provocaron los cables filtrados por WikiLeaks a través del diario El País de España, donde se asegura que Chile solicitó apoyo de inteligencia a Estados Unidos para hacer frente a las movilizaciones del pueblo mapuche. Según los documentos, los objetivos que llevaron a la anterior administración a recurrir al organismo estadounidense, eran vigilar una posible radicalización de los comuneros, establecer sus contactos con grupos extremistas extranjeros como las FARC y ETA y conocer sus vías de financiamiento.

En Temuko, la Alianza Territorial Mapuche aseguró hoy no estar sorprendida por las nuevas revelaciones de los cables diplomáticos. Mijael Carbone Queipul (en la Foto), uno de los líderes de la organización que es integrada por cerca de 100 comunidades, señaló que las filtraciones sólo confirman sus antiguas sospechas de que el pueblo mapuche era espiado por agencias de inteligencia estatales y extranjeras.

"Nosotros teníamos conocimiento del trabajo del FBI con los fiscales Mario Elgueta y Miguel Velásquez (ambos investigaron a comuneros en Wallmapu)", dijo el vocero. "Teníamos nuestras informaciones. Nosotros lo dimos a conocer en su momento, pero nadie dijo absolutamente nada. El gobierno lo ocultó. Nosotros sabemos que hay un satélite espiando al pueblo mapuche. Sabemos que es de los Estados Unidos y eso no nos lo va a sacar absolutamente nadie de la cabeza", agregó.

Según los documentos filtrados, el primer contacto con EE.UU. fue realizado en febrero de 2008 por el entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, en momentos en que el conflicto en el País Mapuche parecía recrudecer y se sucedían los disturbios protagonizados por las comunidades más radicalizadas. Un mes después, la autoridad estadounidense le señaló a Pérez Yoma que el FBI ya estaba coordinado con los Carabineros para ayudarles a localizar la llegada de posibles contactos de los mapuches desde el exterior.

Ante ello, el ministro instó al ex embajador Paul Simons a que en lo posible, se informara a su cartera sobre la naturaleza y alcance de los programas ofrecidos a Carabineros y la PDI para garantizar una "mejor coordinación". Tras la cita de Pérez Yoma con Simons se sucedieron una serie de visitas de diplomáticos norteamericanos a la zona mapuche. Pero sus conclusiones -de acuerdo a los cables liberados- desestimaron los temores instalados en La Moneda, descartando de plano la existencia de "terrorismo mapuche" en el sur del país.

Al respecto, Carbone sostuvo que "más que una decepción del Estado chileno" por su desconfianza hacia el pueblo mapuche, se "abre un pie para enfrentar el tipo de mentira que imparte el gobierno", ya que "nos da mucho coraje que se mantenga oculta durante tanto tiempo una guerra de baja intensidad hacia nosotros". "No somos un peligro para la sociedad, buscamos una aleación con el pueblo chileno, no buscamos dañar a ninguna persona civil", señaló Carbone, agregando que "el gobierno (de Bachelet) quiso interpretar las movilizaciones del pueblo mapuche como terrorismo para proteger los intereses de las trasnacionales y los terratenientes".

Finalmente, el vocero advirtió que la agrupación plantea retomar con más intensidad las movilizaciones que ya habían intensificado en los últimos meses del Gobierno de Bachelet. "Estos 4 años van a ser los más complicados que nos tocará haber vivido en el último tiempo", enfatizó.

Contradicciones de unos y otros

Para el senador RN Alberto Espina, uno de los principales artífices de la persecución de comuneros bajo la calificación de "terroristas", la petición del entonces ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma, “no corresponde” ya que “Chile tiene los mecanismos para determinar un vínculo de esa naturaleza". En cambio, el ex ministro José Antonio Viera Gallo señaló que las revelaciones de WikiLeaks en este caso no tienen “ninguna importancia”, pero dejan en claro que “no existen vínculos entre el terrorismo internacional y el pueblo mapuche”.

El senador Espina avaló la critica de Simons a la política indígena chilena, señalando que “es un juicio político que se emite y que representa lo poco y nada que se hizo en el gobierno anterior respecto a las comunidades mapuches”. “Las políticas de la Concertación en esta materia fueron lamentablemente muy negativas", prosiguió el parlamentario en entrevista con Radio Agricultura, puntualizando que dicha política de los gobiernos anteriores se ha reflejado “en el largo distanciamiento que la Araucanía ha tenido en las elecciones presidenciales con los gobiernos de la Concertación”.

Respecto a la eventual ayuda solicitada a la Casa Blanca, el ex ministro del Interior, Francisco Vidal, señaló a La Tercera que "desconozco absolutamente esa información. Ahora, de haber ocurrido, era innecesario, considerando que la información que tiene el Gobierno de Chile, a través de Carabineros, la PDI y la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) es suficiente". Vidal recalcó que "nunca yo tuve conocimiento de alguna asesoría extranjera sobre estos temas. Desconocía absolutamente ese hecho, y de haber sido como señala el cable, fue un error".

Por su parte, como “curiosa” consideró el diputado socialista Sergio Aguiló la información de la diplomacia estadounidense desclasificada por Wikileaks. En declaraciones que fueron publicadas esta tarde por el vespertino La Segunda, el parlamentario opositor consideró particularmente llamativo que las autoridades de la época hayan recurrido precisamente a los aparatos de seguridad de Estados Unidos, los mismos que propiciaron el golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

“Es un tema bien curioso que un gobierno de centro-izquierda pida ayuda a los organismos que participaron en derrocar al gobierno de Salvador Allende”, dijo el parlamentario, a quien también llamó la atención el hecho que los cables responsabilicen a los grandes medios de comunicación nacionales de “crear un clima de violencia que realmente no existía en la zona mapuche”.

El diputado PPD y ex subsecretario del Interior, Felipe Harboe, subrayó que los cables revelados por Wikileaks confirman la tesis que manejaba el gobierno de Michelle Bachelet. “El embajador (Paul Simons) critica el manejo del tema y los vínculos operativos entre comunidades mapuches y grupos terroristas. Esto confirma lo que dijimos, a propósito de un viaje de Sebastián Piñera con el actual senador (Alberto) Espina, donde mostraron un dossier con supuestos vínculos operativos y nada de ello era comprobable”, dijo en Radio Agricultura.

“Creo que la información que ha sido publicada revela que estábamos en lo correcto y que en aquella oportunidad no había indicios de algún tipo de vinculación de esa naturaleza para resguardar la seguridad del país”, agregó. En esa línea, el diputado Harboe aseguró que “parece increíble que el senador Espina diga que es ridículo una vinculación entre las comunidades mapuches y las FARC cosa que fue él mismo quien lo sustento durante mucho tiempo. Es cosa de revisar las declaraciones y prensa de aquella época”.

“Aquí se habló abiertamente por parte de un grupo político de este país de que la comunidad mapuche tenía vínculos operativos con las FARC, eso fue lo que dijeron… hoy se establece una opinión respecto de una embajada importante para nuestro país que dice que no habría este tipo de vínculos”, indicó el parlamentario. “Quienes están en el gobierno se dan cuenta de lo difícil que es gestionar los temas de seguridad con la debida prudencia y con la información adecuada, para no cometer errores. Cuando se llegó a plantear así dije que no era prudente”, concluyó.

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Chile pidió ayuda al espionaje de EE UU frente a los mapuches

El Gobierno sospechaba de contactos entre los indígenas y el terrorismo internacional .- La Embajada estadounidense no veía al movimiento mapuche como una amenaza seria

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Madrid - 13/12/2010

Edmundo Pérez Yoma, ministro del Interior del último Gobierno de Michelle Bachelet, transmitió a Estados Unidos su preocupación por el "problema mapuche" y le pidió apoyo "de inteligencia" para seguir de cerca su posible radicalización, sus eventuales contactos con grupos terroristas extranjeros, como las FARC colombianas o ETA, y para "seguir el dinero" que les pudiera llegar.
La conversación se produjo en 2008, a poco de tomar posesión el ministro, y cuando ya se habían registrado algunos incidentes entre grupos mapuches, fuerzas del orden, propietarios de tierras reclamadas por la comunidad indígena y empresas españolas, como Endesa, implicadas en la construcción de presas hidroeléctricas en territorio mapuche. "El consejero legal le explica que el FBI ya está coordinado con los Carabineros para ayudarles a localizar la llegada de esos posibles contactos", asegura un telegrama de la embajada.
Los sucesivos despachos enviados a Washington, a lo largo de 2008 y 2009, indican, sin embargo, que todas las investigaciones les llevaron a la misma conclusión: la comunidad mapuche es abrumadoramente no violenta; "el problema ha sido magnificado por los medios"; quienes alegan que existen lazos entre los mapuches y organizaciones terroristas extranjeras "no han proporcionado pruebas de ello" y "los expertos del Gobierno califican esos contactos de mero 'turismo de guerrilla".
Aunque no es posible saber exactamente el número de mapuches entre la población chilena (el censo de 1992 hablaba de 932.000 y el de 2002, sorprendentemente, de solo 604.000), la mayoría de las ONG que trabajan en el país manejan cifras que oscilan en torno al millón de personas (entre el 5% y el 6% de la población total).
Un detallado informe escrito en otoño de 2009, tras un viaje de varios días por el territorio en conflicto (que coincide con la muerte de un joven activista mapuche a manos de la policía chilena), recoge la opinión, bastante irónica, de los diplomáticos estadounidenses: "Un eventual observador de la cobertura informativa de la actualidad chilena podría pensar que violentos activistas mapuches, relacionados con las FARC y ETA, matan cada semana a inocentes civiles", se mofan. "El candidato presidencial de la oposición, Sebastián Piñera, ha declarado que la Araucaria arde en llamas. Los principales periódicos chilenos, que son generalmente conservadores, publican muy a menudo en primera página reportajes sobre este conflicto". Los diplomáticos ocultan a duras penas su indignación: "La destrucción de propiedades, que supone la inmensa mayoría de las acciones ilegales de los mapuches, se presenta frecuentemente a todo color con descarados titulares y a veces una cobertura muy superior a la que se da a crímenes mucho más graves cometidos por chilenos no indígenas".
Reproches a todas las partes
"Hay mucho que reprochar a todas las partes en este conflicto", informa el embajador Paul E. Simons. "Las comunidades mapuches están desorganizadas, son incoherentes y presentan demandas que van desde lo lógico a lo fantasioso (...) Por el otro lado, los sucesivos Gobiernos de la Concertación han desarrollado una política indígena chapucera, a la que se concede poca importancia y que es incapaz de establecer y alcanzar objetivos realistas", explica.
Las protestas de las comunidades mapuches, que reclaman desde hace décadas las tierras de las que fueron expulsados a lo largo de la historia por sucesivos Gobiernos chilenos, para entregarlas o venderlas a agricultores individuales o empresas, obtuvieron alguna respuesta en los años sesenta y setenta, pero con la llegada de la dictadura de Pinochet fueron, de nuevo, aplastadas. El primer Gobierno democrático de Patricio Alwyn, explica otro telegrama estadounidense, aprobó una nueva ley para devolver algunas tierras a las comunidades indígenas, "pero la situación progresó muy poco en los siguientes 16 años, contribuyendo a la visión mapuche de que el Estado chileno lleva 100 años rompiendo las promesas que les hacen".
Las quejas fueron aumentando en los últimos años, especialmente cuando las autoridades chilenas, agobiadas por la carencia de energía suficiente como para sustentar su creciente desarrollo económico, decidieron poner en marcha un plan de producción de energía hidroeléctrica y encargaron, entre otras a la empresa española Endesa, la construcción de nuevas presas, alguna de ellas en territorio ancestral mapuche. A partir de ese momento, se renovaron los incidentes, especialmente los casos de "vandalismo y destrucción de la propiedad", informa otro telegrama. "Aunque preocupantes e ilegales", asegura Simons, "esos ataques son esporádicos y claramente dirigidos contra propiedades y no contra personas". El telegrama recoge la queja de organizaciones humanitarias, escandalizadas por que se aplique a los mapuches una controvertida ley antiterrorista de le época de Pinochet.
Relaciones complejas
La embajada constata que las relaciones entre los mapuches y el Estado chileno son complejas y conflictivas, pero mayoritariamente "no violentas". "Aunque la mayoría de los chilenos asocia los mapuches a las áreas rurales de la Araucaria y regiones vecinas, la realidad es que el 70% de los mapuches vive en áreas urbanas. Santiago alberga más mapuches que ninguna otra región", explica Simons. Según la información que asegura que le ha proporcionado el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, 27 de las 2.100 comunidades mapuches del país están realmente en conflicto con el Gobierno chileno o con los propietarios de la tierra, y de esos 27 casos, solo en ocho se han registrado acciones violentas. De hecho, recuerda el embajador norteamericano, en los últimos 10 años de conflictos ha habido tres muertos, todos ellos jóvenes activistas mapuches.
El embajador reproduce también conversaciones mantenidas tanto con Rosende como con el jefe de la Unidad de Cooperación Internacional de la Fiscalía Nacional chilena, Jorge Chocair, que minimizan las relaciones de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), grupo indígena vinculado a algunos hechos violentos, con grupos terroristas internacionales como las FARC o ETA. "Es cierto que algunos miembros de la CAM han viajado a Colombia, a España y al sur de México y que pueden, incluso, haber participado en algún tipo de entrenamiento. Unos pocos representantes de Askapena, brazo político de ETA, visitaron en agosto de 2009 algunas comunidades mapuches. Sin embargo, tanto Rosende como Chocair caracterizan esas relaciones con "informales e infrecuentes", asegura Simons. Chocair en concreto le dice al embajador que se trata de "turismo de guerrilla".
El último telegrama disponible, de octubre de 2009, informa de tres nuevos ataques en la región de la Araucania pero sigue calificando el tema de conflicto de "bajo nivel". La subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco, les asegura, además, que no cree necesario el envío de más policías a la región. "El secretario general de la Presidencia, José Viera-Gallo, tiene razón cuando afirma que el imperio de la ley en la región está perfectamente asegurado y que esos ataques, aunque preocupantes e ilegales, siguen siendo esporádicos y contra propiedades, no contra personas", insiste la embajada.

El País



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